Mirad que esta libertad vuestra
no venga a ser tropezadero para los débiles
1a Corintios 8,9
Pues por el conocimiento tuyo,
se perderá el hermano débil
por quien Cristo murió
De esta manera,
pecando contra los hermanos
e hiriendo su débil conciencia,
contra Cristo pecáis
1a Corintios 8,11-12
Siendo libre de todos,
me he hecho siervo de todos
para ganar a mayor número
Me he hecho a los judíos como judío,
para ganar a los judíos;
a los que están sujetos a la ley
(aunque yo no esté sujeto a la ley)
como sujeto a la ley,
para ganar a los que están sujetos a la ley;
A los que están sin ley,
como si yo estuviera sin ley
(no estando yo sin ley de Dios,
sino bajo la ley de Cristo),
para ganar a los que están sin ley.
Me he hecho débil a los débiles,
para ganar a los débiles;
a todos me he hecho de todo,
para que de todos modos salve a algunos.
1a Corintios 9,19-22
Así que, los que somos fuertes
debemos soportar las flaquezas de los débiles,
y no agradarnos a nosotros mismos.
Cada uno de nosotros agrade a su prójimo
en lo que es bueno para edificación
Porque ni aun Cristo se agradó a sí mismo;
antes bien, como está escrito:
Los vituperios de los que te vituperaban, cayeron sobre mí.
Romanos 15,1-3
no venga a ser tropezadero para los débiles
1a Corintios 8,9
Pues por el conocimiento tuyo,
se perderá el hermano débil
por quien Cristo murió
De esta manera,
pecando contra los hermanos
e hiriendo su débil conciencia,
contra Cristo pecáis
1a Corintios 8,11-12
Siendo libre de todos,
me he hecho siervo de todos
para ganar a mayor número
Me he hecho a los judíos como judío,
para ganar a los judíos;
a los que están sujetos a la ley
(aunque yo no esté sujeto a la ley)
como sujeto a la ley,
para ganar a los que están sujetos a la ley;
A los que están sin ley,
como si yo estuviera sin ley
(no estando yo sin ley de Dios,
sino bajo la ley de Cristo),
para ganar a los que están sin ley.
Me he hecho débil a los débiles,
para ganar a los débiles;
a todos me he hecho de todo,
para que de todos modos salve a algunos.
1a Corintios 9,19-22
Así que, los que somos fuertes
debemos soportar las flaquezas de los débiles,
y no agradarnos a nosotros mismos.
Cada uno de nosotros agrade a su prójimo
en lo que es bueno para edificación
Porque ni aun Cristo se agradó a sí mismo;
antes bien, como está escrito:
Los vituperios de los que te vituperaban, cayeron sobre mí.
Romanos 15,1-3