Moisés y Elias están vivos para Dios.

Y les apareció Elías con Moisés,
que hablaban con Jesús.
Marcos 9,4


Porque Dios no es Dios de muertos,
sino de vivos,
pues para él todos viven.
Lucas 20,38

Os habéis acercado al monte de Sion,
a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial,
a la compañía de muchos millares de ángeles,
a la congregación de los primogénitos
que están inscritos en los cielos,
a Dios el Juez de todos,
a los espíritus de los justos hechos perfectos
Hebreos 12,23