Os ruego, pues, hermanos,
por el nombre de nuestro Señor Jesucristo,
que habléis todos una misma cosa,
y que no haya entre vosotros divisiones,
sino que estéis perfectamente unidos
en una misma mente
y en un mismo parecer.
1a Corintios 1,10
Que seáis llenos del conocimiento de su voluntad
en toda sabiduría e inteligencia espiritual,
para que andéis como es digno del Señor,
agradándole en todo,
llevando fruto en toda buena obra,
y creciendo en el conocimiento de Dios;
fortalecidos con todo poder,
conforme a la potencia de su gloria,
para toda paciencia y longanimidad;
dando gracias con alegria al Padre
que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz;
el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas,
y trasladado al reino de su Hijo Amado.
Colosenses 1,1-9
A quien amáis sin haberle visto,
en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis,
os alegráis con gozo inefable y glorioso;
obteniendo el fin de vuestra fe,
que es la salvación de vuestras almas.
1a Pedro 1,8-9
Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo,
añadid a vuestra fe virtud;
a la virtud, conocimiento;
al conocimiento, dominio propio;
al dominio propio, paciencia;
a la paciencia, piedad;
a la piedad, afecto fraternal;
y al afecto fraternal, amor.
Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan,
no os dejarán estar ociosos ni sin fruto
en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.
Pero el que no tiene estas cosas
tiene la vista muy corta; es ciego,
habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados.
Por lo cual, hermanos,
tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección;
porque haciendo estas cosas,
no caeréis jamás.
Porque de esta manera
os será otorgada amplia y generosa entrada
en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
2a Pedro 1,5-11
por el nombre de nuestro Señor Jesucristo,
que habléis todos una misma cosa,
y que no haya entre vosotros divisiones,
sino que estéis perfectamente unidos
en una misma mente
y en un mismo parecer.
1a Corintios 1,10
Que seáis llenos del conocimiento de su voluntad
en toda sabiduría e inteligencia espiritual,
para que andéis como es digno del Señor,
agradándole en todo,
llevando fruto en toda buena obra,
y creciendo en el conocimiento de Dios;
fortalecidos con todo poder,
conforme a la potencia de su gloria,
para toda paciencia y longanimidad;
dando gracias con alegria al Padre
que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz;
el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas,
y trasladado al reino de su Hijo Amado.
Colosenses 1,1-9
A quien amáis sin haberle visto,
en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis,
os alegráis con gozo inefable y glorioso;
obteniendo el fin de vuestra fe,
que es la salvación de vuestras almas.
1a Pedro 1,8-9
Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo,
añadid a vuestra fe virtud;
a la virtud, conocimiento;
al conocimiento, dominio propio;
al dominio propio, paciencia;
a la paciencia, piedad;
a la piedad, afecto fraternal;
y al afecto fraternal, amor.
Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan,
no os dejarán estar ociosos ni sin fruto
en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.
Pero el que no tiene estas cosas
tiene la vista muy corta; es ciego,
habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados.
Por lo cual, hermanos,
tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección;
porque haciendo estas cosas,
no caeréis jamás.
Porque de esta manera
os será otorgada amplia y generosa entrada
en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
2a Pedro 1,5-11