La Iglesia y las divisiones

Dice La Escritura :


Tú eres Kefas, y sobre esta Kefas edificaré mi iglesia;
y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
Mateo 16,18

El que a vosotros oye,
a mí me oye;
y el que a vosotros desecha,
a mí me desecha;
y el que me desecha a mí,
desecha al que me envió.
Lucas 10,16


Mas no ruego solamente por éstos,
sino también por los que han de creer en mí
por la palabra de ellos,
para que todos sean uno;
como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti,
que también ellos sean uno en nosotros;
para que el mundo crea
que tú me enviaste.
Juan 17,20-21


Os ruego, pues, hermanos,
por el nombre de nuestro Señor Jesucristo,
que habléis todos una misma cosa,
y que no haya entre vosotros divisiones,
sino que estéis perfectamente unidos
en una misma mente y en un mismo parecer.
1a Corintios 10,10


Al hombre que cause divisiones,
después de una y otra amonestación
deséchalo
Tito 3,10


Mas si no te oyere,
toma aún contigo a uno o dos,
para que en boca de dos o tres testigos
conste toda palabra.
Si no los oyere a ellos,
dilo a la iglesia;
y si no oyere a la iglesia,
tenle por gentil y publicano.
Mateo 18,16-17


Sométase toda persona
a las autoridades superiores;
porque no hay autoridad
sino de parte de Dios,
y las que hay,
por Dios han sido establecidas
Romanos 13,1

Entonces Jesús les dijo otra vez:
Paz a vosotros.
Como me envió el Padre,
así también yo os envío
Y habiendo dicho esto, sopló,
y les dijo:
Recibid el Espíritu Santo
A quienes les perdonen los pecados,
les seràn perdonados;
y a quienes se los retuviereis,
les seran retenidos.
Juan 20: 21 - 23


Y habrá un solo rebaño,
y un solo pastor.
Juan 10: 16


Al hombre que cause divisiones,
después de una y otra amonestación
deséchalo
sabiendo que el tal se ha pervertido,
y peca
y está condenado por su propio juicio
Tito 3: 10-11

Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos;
porque ellos velan por vuestras almas,
como quienes han de dar cuenta;
para que lo hagan con alegría,
y no quejándose,
porque esto no os es provechoso
Hebreos 13,17


Ruego a los presbiteros que están entre vosotros,
yo presbìtero también con ellos,
y testigo de los padecimientos de Cristo,
que soy también participante de la gloria que será revelada.

Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros,
cuidando de ella, no por fuerza,
sino voluntariamente;
no por ganancia deshonesta,
sino con ánimo pronto;
no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado,
sino siendo ejemplos de la grey

Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores,
vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria.
Igualmente, jóvenes,
estad sujetos a los ancianos;
y todos, sumisos unos a otros,
revestíos de humildad; porque:
Dios resiste a los soberbios,
Y da su gracia a los humildes.
1a Pedro 5,1-5

Que todos sean una sola cosa, así como nosotros lo somos
(Juan 17, 11)
Asi clama Cristo a su Padre; que todos sean una misma cosa.

Que, como tú, ¡oh Padre!, estás en mí y yo en ti,
así sean ellos una misma cosa en nosotros
(Juan 17, 21).
Brota constante de los labios de Jesucristo esta exhortación a la unidad.

Porque todo reino dividido en facciones contrarias será desolado;
y cualquier ciudad o casa, dividida en bandos,
no subsistirá
Mateo 12, 25.

Una predicación que se convierte en deseo vehemente:
Tengo también otras ovejas, que no son de este redil,
a las que debo recoger; y oirán mi voz
y habrà un solo rebaño y un solo pastor
Juan 10, 16.

¡Con qué acentos maravillosos
ha hablado Nuestro Señor de esta doctrina!
Multiplica las palabras y las imágenes,
para que lo entendamos,
para que quede grabada en nuestra alma esa pasión por la unidad.

Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el labrador.
Todo sarmiento que en mí no lleva fruto, lo cortará;
y a todo aquel que diere fruto,
lo podará para que dé más fruto...
Permaneced en mí, que yo permaneceré en vosotros.
Al modo que el sarmiento no puede producir fruto
si no está unido con la vid,
así tampoco vosotros, si no estáis unidos conmigo.
Yo soy la vid, vosotros los sarmientos;
quien está unido conmigo y yo con él,
ése da mucho fruto, porque sin mí
nada podéis hacer
Juan 15, 1-5.

¿No veis cómo los que se separan de la Iglesia,
a veces estando llenos de frondosidad,
no tardan en secarse y sus mismos frutos
se convierten en gusanera viviente?
Amad a la Iglesia Santa, Apostólica, Romana, que es ¡ Una !

Porque, como escribe San Cipriano,
Quien recoge en otra parte, fuera de la Iglesia,
disipa la Iglesia de Cristo
SAN CIPRIANO,
De catholicae Ecclesiae unitate 6; PL 4, 503.

Y San Juan Crisóstomo insiste:
No te separes de la Iglesia.
Nada es más fuerte que la Iglesia.
Tu esperanza està la Iglesia del Señor,
tu salud està la Iglesia de Dios,
tu refugio està la Iglesia de Cristo.
SAN JUAN CRISOSTOMO
Homilía de capto Eutropio 6.

Defender la unidad de la Iglesia
se traduce en vivir muy unidos a Jesucristo, que es nuestra vid. ¿Cómo?
Aumentando nuestra fidelidad al Magisterio perenne de la Iglesia:

Pues no fue prometido a los sucesores de Pedro el Espíritu Santo
para que por revelación suya manifestaran una nueva doctrina,
sino para que, con su asistencia,
santamente custodiaran y fielmente expusieran
la revelación transmitida por los Apóstoles o depósito de la fe
CONCILIO VATICANO I,
Constitución dogmática sobre la Iglesia
Denzinger-Schön. 3070 (1836).

La Iglesia Católica es el trabajo de la Divina Providencia,
realizado por las profecías de los profetas,
por la Encarnación y la enseñanza de Cristo,
por los viajes de los Apóstoles,
por el sufrimiento, las cruces, la sangre y la muerte de los mártires,
y por las vidas admirables de los santos.

Entonces, cuando nosotros vemos tanta ayuda de parte de Dios,
tanto progreso y tanto fruto,
¿Vacilaremos a entregarnos en el seno de La Iglesia?

Ella ha poseído la corona de enseñar la autoridad,
comenzando desde la Silla Apostólica
descendiendo por la sucesión de obispos,
en confesión abierta para toda la humanidad".
Agustin de Hipona
La Ventaja de Creer, 391 A.D.


"Lo que el alma es al cuerpo del hombre,
el Espíritu Santo es al Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia."

El Espíritu Santo hace en la Iglesia entera
lo que el alma hace en todos los miembros del cuerpo.

Pero mira de lo que debes cuidarte,
mira lo que debes tomar en cuenta,
mira a lo que debes temer.

Sucede que en el cuerpo humano,
algún miembro, la mano, el dedo, o el pie, pueden ser cortados
para quedar fuera del cuerpo.
Cuando un miembro està en el cuerpo, vive;
cuando es cortado, su vida està perdida.

¿Cuando un miembro del cuerpo es cortado,
se va el alma con el ?
Asi también, un hombre es cristiano católico
mientras està en el cuerpo;
separado, es un hereje;
El Espíritu Santo no sigue a un miembro amputado".
San Agustin
Sermones, 267, 4, 391-430 D.C