Índice
En los días pasados se han publicado varias noticias
relativas al culto de la Santa Muerte,
que reproducimos a continuación.
La Iglesia de la Santa Muerte denunció el pasado 13 de febrero,
ante el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred),
al Arzobispado de México y al padre Hugo Valdemar
por promover la discriminación
al tachar supuestamente de "criminales satánicos"
a los devotos de este culto.
Al respecto el vocero del cardenal Norberto Rivera Carrera,
Hugo Valdemar, expresó que le tiene sin cuidado
la denuncia presentada en su contra
y adelantó que no tiene la intención de dialogar
con el "obispo" de la Iglesia de la Santa Muerte, David Romo.
"Absolutamente no quiero acercarme
porque es totalmente incompatible la doctrina de esa gente
con la fe católica", sostuvo.
Sin embargo llamó al dirigente de la Santa Muerte
a convertirse al catolicismo
y dejar sus "prácticas diabólicas
al difundir a la Santa Muerte,
que es contraria a la fe católica".
El portavoz del Arzobispado aseguró
que el instituto (la Iglesia de la Santa Muerte)
carece de credibilidad y acusó a David Romo
de estar al servicio de los "enemigos" de la Iglesia católica.
Sobre si ha tachado de "criminales satánicos"
a los devotos de la Santa Muerte,
Valdemar insistió en que esa devoción tiene connotaciones diabólicas.
"Eso no es discriminar, es simplemente
confrontar su credo con la fe de la Iglesia católica".
Reiteró que el culto a la Santa Muerte está a favor de Satanás,
quien es "autor de la muerte;
ésa es una cuestión teológica, no es discriminatoria".
Aclaró que con las iglesias protestantes "históricas"
son posibles el diálogo y el ecumenismo,
pero no con las sectas que tienen connotaciones diabólicas.
Asimismo llamó a David Romo ignorante
al pretender presentar una queja por discriminación
ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH),
pues esa instancia no tiene ninguna injerencia ni "incumbencia" sobre la Iglesia católica.
David Romo presentó la denuncia: 12022008/1023
en el Conapred, por discriminación,
contra los padres Hugo Valdemar y José de Jesús Aguilar
por promover la discriminación en contra
de los devotos de la Santa Muerte.
Romo advirtió que acudirá a otras instancias,
como la CNDH y Amnistía Internacional
Primera “misa” en honor a la Santa Muerte
El pasado 12 de febrero se realizó en el estado de Nuevo León
la primera celebración de una misa dedicada
a la figura de la muerte, según relataba el diario El Porvenir.
“Es la primera misa que se celebra a la santísima.
Se va a realizar aquí en la Colonia 18 de Octubre,
en Escobedo, Nuevo León”, señaló la señora Blanca España,
coordinadora de esta ceremonia y quien ha fungido
como contacto entre la comunidad e la santa Muerte
en el estado y el Santuario Nacional de la Santísima Muerte de México.
Esta primera misa será un hecho importante para esta comunidad
porque no solo representa el inicio de estas,
sino también el momento para organizar una colecta
en beneficio del oratorio que se pretende hacer a esta imagen.
“El proyecto a futuro primeramente es la recaudación de donativos y fondos
para adquirir un lugar donde se va a poner el punto de oración
a la santísima muerte”, destacó la señora España.
Aún no se ha decidido en dónde estaría ubicado este oratorio,
sin embargo no descarta que podría estar ubicado en la periferia de la ciudad
como el municipio de Escobedo, Nuevo León.
“Dependiendo más que nada de lo que se recaude
se va a hacer lo posible por que sea lo más cercano a este lugar
en donde se está iniciando todo,
pero siendo para ella pues el lugar que sea”.
Esta devoción y creencia de la muerte como una figura,
y más aún como una figura de santidad,
se ha desatado desde hace ya varios años en este estado,
aunque hay estudiosos que señalan que en México
y en sus pueblos primigenios este culto ya existía de alguna manera u otra,
ya que la muerte era una etapa importante en la adoración de sus dioses.
“Se puede decir que (en el estado, la devoción lleva) 5 años,
más que nada comunicándole a la gente”.
Siendo los más cercanos a este contacto que es
la señora Blanca España un aproximado de 120 personas.
“De hecho este año pasado el 16 de octubre
se celebró la fiesta a la santísima en esta misma casa
y se juntaron de 120 a 130 persona.
La primera fiesta se celebró el 16 de octubre del año 2006,
y no hubo mucha diferencia de asistentes entre la primera y
la segunda fiesta”, siendo esta fecha, 16 de octubre,
una fecha elegida por los creyentes,
destacó la señora Blanca España.
Sin embargo para esta primera celebración
las expectativas eran mayores en cuanto a asistentes,
destacó previo a la celebración la señora España.
“Se hizo una comunicación en general
a todas las colonias,y todas las personas,
se repartieron volantes y e repartieron carteles”,
involucrando en este festejo del municipio de Escobedo
a otros municipios del estado de Nuevo León
como a importantes ciudades de Coahuila y Tamaulipas
como Nuevo Laredo y Saltillo, respectivamente.
“Ha habido comunicación de los fieles
en el sentido de que van a llegar autobuses,
espero que sea así”, comentó la Señora Blanca España,
quien es el principal contacto, destaca,
del Padre David Romo del Santuario Nacional
de la Santísima Muerte en México,
a donde se han dirigido los devotos de este estado
para solicitar el apoyo para la realización de esta primera misa.
Como respuesta a estas peticiones hechas por la señora España
como representante de la comunidad nuevoleonesa,
está en la ciudad el Padre Juan Díaz Marroquín,
quien es enviado por el Padre Romo Guillen desde Puebla
para atender a esta comunidad.
La misa se realizó en la calle 21 de mayo número 414,
en la colonia 18 de octubre del municipio de Escobedo,
Nuevo León, y señala la señora Blanca España
que el padre Juan Días Marroquín
permanecerá un corto periodo en nuestro estado
atendiendo a esta comunidad.
El respeto a otras creencias, a otra religiosidad
e incluso el compartir cultos
es una de las características que destacan los creyentes.
“Diferencias se puede decir que únicamente la imagen
a quien veneras porque en sí son similares las peticiones”.
Señala que lo que mayormente se le pide a esta imagen
es salud y dinero.
“Muchas personas le piden ayuda en la salud,
por una persona enferma y muchas otras le piden bienestar económico”.
“El creer en la santísima muerte no tienes que ser exclusivo de ella.
Ella no te pide que tú creas en los santos de la religión católica,
de hecho yo soy de religión católica”,
asevera la señora España, quien ha encontrado en esta creencia
un apoyo en su fe, al encargarle su vida matrimonial.
Su actualidad en el estado de Yucatán
La devoción a la Santa Muerte crece entre los yucatecos,
según explicaba la semana pasada el Diario de Yucatán.
“Lo único seguro en nuestra vida es ella”.
Este argumento, que aparenta ser una verdad redonda,
es uno de los que utilizan los seguidores de la Santa Muerte,
un culto que mezcla elementos del catolicismo
con superstición, brujería y otras creencias.
Aunque la Iglesia católica la rechaza,
esa devoción crece entre un sector de la población yucateca,
aunque todavía está muy lejos del arraigo
que tiene en otras partes del país,
donde incluso hay templos y casas de veneración dedicados a la muerte.
Un reflejo de esa demanda son algunos puestos del Mercado Grande
que venden figuras de todos tamaños, colores
y materiales de la Santa Muerte.
También ofrecen artículos para su culto:
perfumes, esencias, veladoras, medallas y oraciones.
Ese material proviene del Mercado de Sonora,
ubicado en el Distrito Federal, que se caracteriza
por su amplia variedad de productos relacionados con esa imagen
y también con brujería, conjuros, hechizos y magia,
elementos que también rodean las creencias en torno a la muerte.
“Cada dos semanas hay alguna persona
que compra algún producto relacionado con la Santa Muerte”,
dijo Raúl Sánchez Dzul,
quien proviene de una familia
que vende imágenes religiosas
en varios locales del Mercado Grande.
“La mayoría de los clientes son personas del interior del país”, agregó.
Contra lo que se piensa,
hace muchos años que en Yucatán se conoce a la Santa Muerte,
pero a últimas fechas se escucha hablar más de ella.
“Eso nos consta porque hace mucho tiempo
que nosotros vendemos imágenes de ella”.
En el tendejón del entrevistado la pieza más grande
de la Santa Muerte -de un metro de alto- cuesta $1,800.
Hay otras más que se ofrecen en $1,500, $400, $150 y $80,
según el tamaño y material.
Esas cantidades contrastan con los precios de imágenes religiosas.
Las del Santo Niño de Atocha se ofrece en $60 y $50,
y una de la Virgen de Guadalupe, de un metro de alto, $600.
La explicación de esa diferencia
está en el material del que están hechas esas representaciones,
explicó Sánchez Dzul, quien ofrece también
diversas variantes de la Santa Muerte.
Una de ellas tiene alas y es negra.
“Se usa para hacer el mal o quitarlo”.
Otras son de color
rojo (se considera que trae amor),
amarillo (dinero),
blanco (salud),
verde (trabajo),
azul (verdad), etc.
Hay una más pintada con varios colores
(todas las protecciones).
El entrevistado también ofrece amuletos ($25),
velas y veladoradoras ($25) y cirios ($120)
para honrar a la muerte.
También esencias ($15 el frasquito) y lociones ($69).
Esas últimas, explicó, son para hacer el rito de petición.
Hay que bañar la imagen con esos perfumes y esencias.
Todo lo anterior lo exhibe en un sitio especial.
“La Santa Muerte es celosa,
no hay que ponerla junto a otras imágenes”.
El tendejón vende además cráneos de resina ($100)
y representaciones de Buda ($500)
y el dios hindú Vishnú.
Hay investigadores de este fenómeno
que lo relacionan con sectores marginados de la sociedad
en los que la religión perdió credibilidad
y buscan algo que resuelva sus necesidades.
Otros más relacionan a la Santa Muerte
con el narcotráfico y otros grupos delictivos
porque es una deidad acorde con sus actividades
relativas al culto de la Santa Muerte,
que reproducimos a continuación.
La Iglesia de la Santa Muerte denunció el pasado 13 de febrero,
ante el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred),
al Arzobispado de México y al padre Hugo Valdemar
por promover la discriminación
al tachar supuestamente de "criminales satánicos"
a los devotos de este culto.
Al respecto el vocero del cardenal Norberto Rivera Carrera,
Hugo Valdemar, expresó que le tiene sin cuidado
la denuncia presentada en su contra
y adelantó que no tiene la intención de dialogar
con el "obispo" de la Iglesia de la Santa Muerte, David Romo.
"Absolutamente no quiero acercarme
porque es totalmente incompatible la doctrina de esa gente
con la fe católica", sostuvo.
Sin embargo llamó al dirigente de la Santa Muerte
a convertirse al catolicismo
y dejar sus "prácticas diabólicas
al difundir a la Santa Muerte,
que es contraria a la fe católica".
El portavoz del Arzobispado aseguró
que el instituto (la Iglesia de la Santa Muerte)
carece de credibilidad y acusó a David Romo
de estar al servicio de los "enemigos" de la Iglesia católica.
Sobre si ha tachado de "criminales satánicos"
a los devotos de la Santa Muerte,
Valdemar insistió en que esa devoción tiene connotaciones diabólicas.
"Eso no es discriminar, es simplemente
confrontar su credo con la fe de la Iglesia católica".
Reiteró que el culto a la Santa Muerte está a favor de Satanás,
quien es "autor de la muerte;
ésa es una cuestión teológica, no es discriminatoria".
Aclaró que con las iglesias protestantes "históricas"
son posibles el diálogo y el ecumenismo,
pero no con las sectas que tienen connotaciones diabólicas.
Asimismo llamó a David Romo ignorante
al pretender presentar una queja por discriminación
ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH),
pues esa instancia no tiene ninguna injerencia ni "incumbencia" sobre la Iglesia católica.
David Romo presentó la denuncia: 12022008/1023
en el Conapred, por discriminación,
contra los padres Hugo Valdemar y José de Jesús Aguilar
por promover la discriminación en contra
de los devotos de la Santa Muerte.
Romo advirtió que acudirá a otras instancias,
como la CNDH y Amnistía Internacional
Primera “misa” en honor a la Santa Muerte
El pasado 12 de febrero se realizó en el estado de Nuevo León
la primera celebración de una misa dedicada
a la figura de la muerte, según relataba el diario El Porvenir.
“Es la primera misa que se celebra a la santísima.
Se va a realizar aquí en la Colonia 18 de Octubre,
en Escobedo, Nuevo León”, señaló la señora Blanca España,
coordinadora de esta ceremonia y quien ha fungido
como contacto entre la comunidad e la santa Muerte
en el estado y el Santuario Nacional de la Santísima Muerte de México.
Esta primera misa será un hecho importante para esta comunidad
porque no solo representa el inicio de estas,
sino también el momento para organizar una colecta
en beneficio del oratorio que se pretende hacer a esta imagen.
“El proyecto a futuro primeramente es la recaudación de donativos y fondos
para adquirir un lugar donde se va a poner el punto de oración
a la santísima muerte”, destacó la señora España.
Aún no se ha decidido en dónde estaría ubicado este oratorio,
sin embargo no descarta que podría estar ubicado en la periferia de la ciudad
como el municipio de Escobedo, Nuevo León.
“Dependiendo más que nada de lo que se recaude
se va a hacer lo posible por que sea lo más cercano a este lugar
en donde se está iniciando todo,
pero siendo para ella pues el lugar que sea”.
Esta devoción y creencia de la muerte como una figura,
y más aún como una figura de santidad,
se ha desatado desde hace ya varios años en este estado,
aunque hay estudiosos que señalan que en México
y en sus pueblos primigenios este culto ya existía de alguna manera u otra,
ya que la muerte era una etapa importante en la adoración de sus dioses.
“Se puede decir que (en el estado, la devoción lleva) 5 años,
más que nada comunicándole a la gente”.
Siendo los más cercanos a este contacto que es
la señora Blanca España un aproximado de 120 personas.
“De hecho este año pasado el 16 de octubre
se celebró la fiesta a la santísima en esta misma casa
y se juntaron de 120 a 130 persona.
La primera fiesta se celebró el 16 de octubre del año 2006,
y no hubo mucha diferencia de asistentes entre la primera y
la segunda fiesta”, siendo esta fecha, 16 de octubre,
una fecha elegida por los creyentes,
destacó la señora Blanca España.
Sin embargo para esta primera celebración
las expectativas eran mayores en cuanto a asistentes,
destacó previo a la celebración la señora España.
“Se hizo una comunicación en general
a todas las colonias,y todas las personas,
se repartieron volantes y e repartieron carteles”,
involucrando en este festejo del municipio de Escobedo
a otros municipios del estado de Nuevo León
como a importantes ciudades de Coahuila y Tamaulipas
como Nuevo Laredo y Saltillo, respectivamente.
“Ha habido comunicación de los fieles
en el sentido de que van a llegar autobuses,
espero que sea así”, comentó la Señora Blanca España,
quien es el principal contacto, destaca,
del Padre David Romo del Santuario Nacional
de la Santísima Muerte en México,
a donde se han dirigido los devotos de este estado
para solicitar el apoyo para la realización de esta primera misa.
Como respuesta a estas peticiones hechas por la señora España
como representante de la comunidad nuevoleonesa,
está en la ciudad el Padre Juan Díaz Marroquín,
quien es enviado por el Padre Romo Guillen desde Puebla
para atender a esta comunidad.
La misa se realizó en la calle 21 de mayo número 414,
en la colonia 18 de octubre del municipio de Escobedo,
Nuevo León, y señala la señora Blanca España
que el padre Juan Días Marroquín
permanecerá un corto periodo en nuestro estado
atendiendo a esta comunidad.
El respeto a otras creencias, a otra religiosidad
e incluso el compartir cultos
es una de las características que destacan los creyentes.
“Diferencias se puede decir que únicamente la imagen
a quien veneras porque en sí son similares las peticiones”.
Señala que lo que mayormente se le pide a esta imagen
es salud y dinero.
“Muchas personas le piden ayuda en la salud,
por una persona enferma y muchas otras le piden bienestar económico”.
“El creer en la santísima muerte no tienes que ser exclusivo de ella.
Ella no te pide que tú creas en los santos de la religión católica,
de hecho yo soy de religión católica”,
asevera la señora España, quien ha encontrado en esta creencia
un apoyo en su fe, al encargarle su vida matrimonial.
Su actualidad en el estado de Yucatán
La devoción a la Santa Muerte crece entre los yucatecos,
según explicaba la semana pasada el Diario de Yucatán.
“Lo único seguro en nuestra vida es ella”.
Este argumento, que aparenta ser una verdad redonda,
es uno de los que utilizan los seguidores de la Santa Muerte,
un culto que mezcla elementos del catolicismo
con superstición, brujería y otras creencias.
Aunque la Iglesia católica la rechaza,
esa devoción crece entre un sector de la población yucateca,
aunque todavía está muy lejos del arraigo
que tiene en otras partes del país,
donde incluso hay templos y casas de veneración dedicados a la muerte.
Un reflejo de esa demanda son algunos puestos del Mercado Grande
que venden figuras de todos tamaños, colores
y materiales de la Santa Muerte.
También ofrecen artículos para su culto:
perfumes, esencias, veladoras, medallas y oraciones.
Ese material proviene del Mercado de Sonora,
ubicado en el Distrito Federal, que se caracteriza
por su amplia variedad de productos relacionados con esa imagen
y también con brujería, conjuros, hechizos y magia,
elementos que también rodean las creencias en torno a la muerte.
“Cada dos semanas hay alguna persona
que compra algún producto relacionado con la Santa Muerte”,
dijo Raúl Sánchez Dzul,
quien proviene de una familia
que vende imágenes religiosas
en varios locales del Mercado Grande.
“La mayoría de los clientes son personas del interior del país”, agregó.
Contra lo que se piensa,
hace muchos años que en Yucatán se conoce a la Santa Muerte,
pero a últimas fechas se escucha hablar más de ella.
“Eso nos consta porque hace mucho tiempo
que nosotros vendemos imágenes de ella”.
En el tendejón del entrevistado la pieza más grande
de la Santa Muerte -de un metro de alto- cuesta $1,800.
Hay otras más que se ofrecen en $1,500, $400, $150 y $80,
según el tamaño y material.
Esas cantidades contrastan con los precios de imágenes religiosas.
Las del Santo Niño de Atocha se ofrece en $60 y $50,
y una de la Virgen de Guadalupe, de un metro de alto, $600.
La explicación de esa diferencia
está en el material del que están hechas esas representaciones,
explicó Sánchez Dzul, quien ofrece también
diversas variantes de la Santa Muerte.
Una de ellas tiene alas y es negra.
“Se usa para hacer el mal o quitarlo”.
Otras son de color
rojo (se considera que trae amor),
amarillo (dinero),
blanco (salud),
verde (trabajo),
azul (verdad), etc.
Hay una más pintada con varios colores
(todas las protecciones).
El entrevistado también ofrece amuletos ($25),
velas y veladoradoras ($25) y cirios ($120)
para honrar a la muerte.
También esencias ($15 el frasquito) y lociones ($69).
Esas últimas, explicó, son para hacer el rito de petición.
Hay que bañar la imagen con esos perfumes y esencias.
Todo lo anterior lo exhibe en un sitio especial.
“La Santa Muerte es celosa,
no hay que ponerla junto a otras imágenes”.
El tendejón vende además cráneos de resina ($100)
y representaciones de Buda ($500)
y el dios hindú Vishnú.
Hay investigadores de este fenómeno
que lo relacionan con sectores marginados de la sociedad
en los que la religión perdió credibilidad
y buscan algo que resuelva sus necesidades.
Otros más relacionan a la Santa Muerte
con el narcotráfico y otros grupos delictivos
porque es una deidad acorde con sus actividades
