El Altísimo no habita en templos hechos de mano,
como dice el profeta:
El cielo es mi trono, Y la tierra el estrado de mis pies.
¿Qué casa me edificaréis? dice el Señor;
¿O cuál es el lugar de mi reposo?
¿No hizo mi mano todas estas cosas?
Hechos 7,48-50
El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay,
siendo Señor del cielo y de la tierra,
no habita en templos hechos por manos humanas,
ni es honrado por manos de hombres,
como si necesitase de algo;
pues él es quien da a todos vida, y aliento,
y todas las cosas.
Hechos 17,24-25
Porque así dijo el Alto y Sublime,
el que habita la eternidad,
y cuyo nombre es el Santo:
Yo habito en la altura y la santidad,
y con el quebrantado y humilde de espíritu,
para hacer vivir el espíritu de los humildes,
y para vivificar el corazón de los quebrantados.
Isaias 57,15
Porque Dios,
que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz,
es el que resplandeció en nuestros corazones,
para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios
en la faz de Jesucristo.
Pero tenemos este tesoro en vasos de barro,
para que la excelencia del poder sea de Dios,
y no de nosotros,
2a Corintios 4,6-7
¿No sabéis que sois templo de Dios,
y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?
1a Corintios 3,16
¿Ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo,
el cual está en vosotros,
el cual tenéis de Dios,
y que no sois vuestros?
Porque habéis sido comprados por un gran precio;
glorificad, pues, a Dios
en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu,
los cuales son de Dios.
1a Corintios 6,19-20
como dice el profeta:
El cielo es mi trono, Y la tierra el estrado de mis pies.
¿Qué casa me edificaréis? dice el Señor;
¿O cuál es el lugar de mi reposo?
¿No hizo mi mano todas estas cosas?
Hechos 7,48-50
El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay,
siendo Señor del cielo y de la tierra,
no habita en templos hechos por manos humanas,
ni es honrado por manos de hombres,
como si necesitase de algo;
pues él es quien da a todos vida, y aliento,
y todas las cosas.
Hechos 17,24-25
Porque así dijo el Alto y Sublime,
el que habita la eternidad,
y cuyo nombre es el Santo:
Yo habito en la altura y la santidad,
y con el quebrantado y humilde de espíritu,
para hacer vivir el espíritu de los humildes,
y para vivificar el corazón de los quebrantados.
Isaias 57,15
Porque Dios,
que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz,
es el que resplandeció en nuestros corazones,
para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios
en la faz de Jesucristo.
Pero tenemos este tesoro en vasos de barro,
para que la excelencia del poder sea de Dios,
y no de nosotros,
2a Corintios 4,6-7
¿No sabéis que sois templo de Dios,
y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?
1a Corintios 3,16
¿Ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo,
el cual está en vosotros,
el cual tenéis de Dios,
y que no sois vuestros?
Porque habéis sido comprados por un gran precio;
glorificad, pues, a Dios
en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu,
los cuales son de Dios.
1a Corintios 6,19-20