Doctrina Catolica Biblica
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.
Doctrina Catolica Biblica

Doctrina de la Iglesia Catolica Apostolica y RomanaTransmitida por La Escritura, Tradicion y Magisterio.Bienvenido


No estás conectado. Conéctate o registrate

El respeto en la Misa

Ir abajo  Mensaje [Página 1 de 1.]

1El respeto en la Misa Empty El respeto en la Misa Miér Feb 18, 2009 4:04 am

Vela


Admin

El Viernes Santo,
el Señor nos interroga con dolor por medio de la lirugia de la Iglesia:
"Popule meus, quid feci tibi? Aut in quo contristavi te?
Responde, mihi.
Ego te pavi manna per desertum: et tu me cecidisti alapis et flagellis."

(Pueblo mío! que te hice?
En que te he ofendido? Respóndeme.
Te alimenté con el maná en el desierto,
y tú descargaste sobre mí bofetadas y azotes)
.
Hoy mismo, Jesús nos podría interpelar.
El nos ha dado un nuevo maná como alimento,
que nos fortalece en el nuestro caminar
por el desierto de nuestras vidas:

La Eucaristía, que no viene del cielo, sino que es el Cielo.
Este alimento es el mismo Jesucristo Resucitado,
con su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad.
¡Que agradecidos deberemos estar por este grandísimo don!
Todo acto de adoración y veneración al Santísimo Sacramento,
por más solemne y sublime que pueda ser,
es poco para agradecer tanto amor.
Con quedarse en la Eucarístia,
Nuestro Señor se ha humillado más que en toda su Pasión.
¿Y como lo tratamos en el Santo Sacramento?

El siervo de Dios Juan Pablo II dice en la encíclica "Ecclesia de Eucharistía": "
A nadie está permitido infravalorar el Misterio confiado a nuestras manos:
éste es demasido grande para que alguien pueda permitirse
tratarlo a su arbitrio personal,
lo que no respetaría ni su carácter sagrado ni su dimensión universal."
¿Que tanto amamos a Nuestro Señor?
¿Realmente valoramos la Eucarístia?
¿Los sacerdotes celebran devotamente la Santa Misa?
¿Los fieles asisten con verdadera devoción a ella?

https://catolicos-2000.activoforo.com

2El respeto en la Misa Empty Re: El respeto en la Misa Miér Feb 18, 2009 4:04 am

Vela


Admin

Los párrafos que siguen,
están tomados las Revelaciones de la Pasión de Jesús,
de la Beata Ana Catalina Emmerick.
Corresponden a la agonía de Nuestro Señor en el Huerto.
La vidente comenta que Jesús
sentía el ataque de los pecadores de todos los tiempos,
que venían a golpearlo y ultrajarlo.
.
"En medio de esas legiones furiosas,
de las cuales algunas me parecían compuestas de ciegos,
Jesús estaba herido
como si realmente hubiera experimentado sus golpes;
vacilante en extremo, tan pronto se levantaba como caía;
y la serpiente,
en medio de esa multitud que gritaba sin cesar contra Jesús,
batiendo acá y allá con su cola,
desollando a todos los que derribaba.
.
Entonces me fue revelado que estos enemigos del Salvador
eran los que maltrataban a Jesucristo
cuya presencia es real en el Santísimo Sacramento.

Reconocí, entre ellos,
todas las especies de profanadores de la sagrada Eucaristía.
Yo vi con horror todos esos ultrajes,
desde la irreverencia, la negligencia, la omisión,
hasta el desprecio, el abuso y el sacrilegio;
desde la adhesión a los ídolos del mundo,
a las tienieblas y a la falsa ciencia,
hasta el error, la incredulidad, el fanatismo y la persecución.

Vi entre esos hombres a ciegos,
paralíticos, sordos mudos y aun niños.
Ciegos que no querían ver la verdad;
paralíticos que no querían andar con ella;
sordos que no querían oir sus avisos y amenazas;
mudos que no querían conbatir por ella con la espada de la palabra;
niños perdidos por causa de sus padres
o maestros mundanos olvidados de Dios,
mantenidos con deseos terrenos,
llenos de una vana sabiduría y alejados de las cosas divinas.

Entre estos últimos, cuya vista me afligió más
porque Jesús amaba a los niños,
vi muchos de estos de coro, irreverentes,
que no honraban a Jesucristo en las santas ceremonias
en las que toman parte.

Vi con espanto muchos sacerdotes,
algunos reputados como llenos de piedad y fe,
maltratar también a Jesucristo en el Santísimo Sacramento.
A muchos vi que creían y enseñaban
la presencia de Dios vivo en el Santísimo Sacramento;
pero no lo tomaban con bastante calor y eficacia,
pues olvidaban y descuidaban el Palacio,
el Trono, lugar del Dios vivo, es decir, la Iglesia:
el altar, el tabernáculo, el caliz, la custodia, los ornamentos;
en fin todo lo que sirve al uso y al decoro de la Iglesia de Dios.

Todo estaba abandonado, todo se perdía en el polvo y la inmundicia,
y el culto divino estaba, si no profanado interiormente,
a lo menos deshonrado en lo exterior.

Todo eso no era el fruto de la pobreza verdadera,
sino de la indiferencia, de la pereza,
de la preocupación de vanos interese terrenos,
y algunas veces del egoísmo y de la muerte interior;
pues vi negligencias iguales en iglesias ricas
y en las menos acomodadas.

Vi otras muchas adonde un lujo mundano
había reemplazado los magníficos ornamentos
de una época más piadosa.

Muchas veces los pobres estaban mejor asistidos en sus chozas
que el Señor del cielo y d ela tierra en su Iglesia. ¡

Ah!, ¡cuánto contristaba a Jesús la inhospitalidad de los hombres,
después de haberse dado a ellos como alimento!
Seguramente que no se necesita ser rico
para recibir al que reconpensa centuplicado
un vaso de agua dado en su Nombre al que tiene sed;
pero El, que tiene tanta sed de nosotros,
¿no tiene derecho a quejarse
cuando el vaso es impuro y el agua corrompida?

Por consecuencia de estos descuidos,
vi a los débiles escandalizados,
el Sacramento profanado,
la Iglesia abandonada,
los sacerdotes despreciados,
la impureza y la negligencia s
e extendían hasta las almas de los fieles:
dejaban sin purificar
el tabernáculo de su corazón cuando Jesús bajaba a él,
como dejaban el tabernáculo puesto sobre el altar.

Aunque hablara un año entero,
no podría contar todas las afrentas hechas a Jesús
en el Santísimo Sacramento, que supe de esta manera.
Vi a los autores de ellas asaltar al Señor
y herirlo con diversas arenas,
según la diversidad de sus ofensas.

Vi cristianos irreverentes de todos los siglos,
sacerdotes frívolos o sacrílegos,
una multitud de comuniones indignas,
guerreros furiosos profanando los vasos sagrados,
servidores del demonio
empleando la Eucaristía en los misterios de un culto infernal.

Vi entre ellos gran número de doctores
esclavos de la herejía por sus pecados,
atacando a Jesucristo en el Santísimo Sacramento de su Iglesia
y arrancando de su corazón
por medio de sus seducciones una multitud de hombres
por los cuales había vertido su sangre.
¡Qué espectáculo tan doloroso!

Yo veía a la Iglesia como el cuerpo de Jesús,
y una multitud de hombres que se separaban de el,
y que rasgaban y arrancaban pedazos enteros de su carne viva.

Jesús los miraba con ternura, y gemía al verlos perderse.
El, que se había dado a nosotros por alimento e
n el Santísimo Sacramento,
a fin de juntar en un solo cuerpo,
el de la Iglesia su esposa,
a los hombres separados y divididos a lo infinito,
se veía despedazado en ese mismo cuerpo,
pues su principal obra de amor, la Eucaristía,
adonde todos los hombres debían consumirse en la unidad,
se convertía, por la malicia de los falsos doctores,
en piedra de choque y de separación.
Vi de este modo pueblos enteros arrancados de su seno
y privados de participación en el tesoro de la gracia
legado a su Iglesia.

Por fin vi todos los que estaban separados de ella
sumergidos en la incredulidad, la superstición,
la herejía, la falsa filosofía mundana:
llenos de furor se reunían en grandes bandos
para atacar a La Iglesia,
exitados por la serpiente que se agitaba en medio de ellos;
era lo mismo que si Jesús se sintiera despedazar.

Yo estaba tan llena de horror y de espanto,
que una aparición del esposo celestial
me puso misericordiosamante la mano sobre el corazón,
diciéndome estas plabras:
"Nadie ha visto esto todavía,
y tu corazón se partiría de dolor si yo no lo sostuviera."

https://catolicos-2000.activoforo.com

3El respeto en la Misa Empty Re: El respeto en la Misa Miér Feb 18, 2009 4:04 am

Vela


Admin

La Santa Madre Iglesia, consciente de la santidad de la Eucaristía,
no solo ha procurado inculcar en los fieles la devoción y respeto a ella,
sino que ha determinado una serie de expresiones externas,
para subrayar la grandeza del sacramento.

Como consecuencia de ello, a lo largo de los siglos,
la Iglesia, ha establecido una especial reglamentación
del culto a la Eucaristía
y del modo de celebrar los Sagrados Misterios.

Dice el Siervo de Dios Juan Pablo II
en la encíclica "Ecclesia de Eucharistia":
"También en nuestros tiempos,
la obediencia a las normas litúrgicas debería ser redescubierta
y valorada como reflejo y testimonio de la Iglesia una y universal,
que se hace presente en cada celebración de la Eucaristía."

Muchos cristianos somos testigos diariamente,
de abusos en la celebración de los Santa Misa.

Cuantos sacerdotes cometen auténticos sacrilegios mientras celebran,
innovando o alterando las ceremonias,
añadiendo comentarios propios a las oraciones
u omitiendo cumplir con las rúbricas.

Cuantos fieles comulgando en pecado o sin la debida preparación.
Estos pecados entrañan una maldad
infinitamente superior a cualquier otro.
Están dirigidos directamente a la Persona de Nuestro Señor.
¿Cómo es posible el acto más sagrado de nuestra Fe,
la Santa Misa, sea profanado impunemente
por aquellos mismos que tienen el gravísimo deber
de custodiarlo y celebrarlo?
Este debe ser sin duda el más horrendo,
vil y bajo de todos los pecados.

Tenemos el deber de poner los medios para evitar estos actos.
Debemos denunciar estos abusos a los obispos o la Santa Sede.
Callar es ser cómplices de estos pecados.
¿Nos queda alguna duda de que Nuestro Señor está siendo ofendido
y maltratado como en su Pasión?

https://catolicos-2000.activoforo.com

Contenido patrocinado



Volver arriba  Mensaje [Página 1 de 1.]

Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.