A unos que confiaban en sí mismos como justos,
y menospreciaban a los otros,
dijo también esta parábola:
Dos hombres subieron al templo a orar:
uno era fariseo, y el otro publicano
El fariseo, puesto en pie,
oraba consigo mismo de esta manera:
Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres,
ladrones, injustos, adúlteros,
ni aun como este publicano
ayuno dos veces a la semana,
y doy diezmos de todo lo que gano.
Lucas 18, 9-14
Porque de la abundancia del corazón habla la boca.
El hombre bueno,
del buen tesoro del corazón saca buenas cosas;
y el hombre malo,
del mal tesoro saca malas cosas.
Mas yo os digo
que de toda palabra ociosa que hablen los hombres,
de ella darán cuenta en el día del juicio.
Porque por tus palabras serás justificado,
y por tus palabras serás condenado.
Mateo 14,34-37
========================================
Si hacéis acepción de personas,
cometéis pecado,
y quedáis convictos por la ley como transgresores.
Santiago 2,9
Dios no hace acepción de personas,
sino que en toda nación se agrada
del que le teme y hace justicia.
Hechos 10,34-35
y menospreciaban a los otros,
dijo también esta parábola:
Dos hombres subieron al templo a orar:
uno era fariseo, y el otro publicano
El fariseo, puesto en pie,
oraba consigo mismo de esta manera:
Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres,
ladrones, injustos, adúlteros,
ni aun como este publicano
ayuno dos veces a la semana,
y doy diezmos de todo lo que gano.
Lucas 18, 9-14
Porque de la abundancia del corazón habla la boca.
El hombre bueno,
del buen tesoro del corazón saca buenas cosas;
y el hombre malo,
del mal tesoro saca malas cosas.
Mas yo os digo
que de toda palabra ociosa que hablen los hombres,
de ella darán cuenta en el día del juicio.
Porque por tus palabras serás justificado,
y por tus palabras serás condenado.
Mateo 14,34-37
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Si hacéis acepción de personas,
cometéis pecado,
y quedáis convictos por la ley como transgresores.
Santiago 2,9
Dios no hace acepción de personas,
sino que en toda nación se agrada
del que le teme y hace justicia.
Hechos 10,34-35