Los promotores de la discordia
fundamentan toda su fe y su santidad
en acusar los defectos y faltas de su prójimo
y no en el arrepentimiento propio.
Los promotores de la discordia
y de la rebeldía contra La Iglesia de Dios
justifican toda su fe y su santidad
en acusar los defectos y debilidades
de los hombres que integran La Iglesia Católica
y no en el arrepentimiento de sus propios pecados
Su "fe" cristiana consiste en acusar a la Iglesia
haciendo el trabajo del acusador de los hermanos.
La Iglesia fundada por Cristo está sostenida por Cristo
a pesar de las debilidades de los hombres :
San Pedro negó a Cristo
Santiago y Juan pedían los primeros puestos
Tomas dudó de la resurrección
Judas traicionó al maestro
Pablo era un perseguidor blasfemo
Sin embargo Dios está con su Iglesia Católica
sosteniéndola a través de los siglos
desde el principio de su fundación en Mt 16,18
cumpliendo sus promesas porque Dios es fiel,
a pesar de las fallas y debilidades de sus hijos.